EL AMOR Y SUS ESLOGANS
GRACIAS POLÍTICOS,POR CONVERTIR NUESTRO MUNDO EN UN INFIERNO CON VUESTRAS RELIGIONES.
Quizás sean muchas la
veces que se utiliza la palabra amor sin concentrar en ella toda la
envergadura que alcanza. Diseminar en el cosmos todas sus partes
aunando en una sola la voluntad y la conciencia.
Amar se diversifica en
multitud de verbos, se divide en infinidad de causas,se congestiona
en los excesos y se disuelve en los conceptos. No existe nada en
nuestro universo que no sea digno de ser amado,ni la más
insignificante piedra desprendida de la enorme roca y sentenciada a
ser un simple grano de arena, puede carecer de ese sentimiento, pues
en su infinita cantidad sigue siendo roca, planeta, universo.
El amor se fecundó a si
mismo,en el primer momento en que apareció la vida. Antes,mucho
antes de que en nuestra boca la palabra amor se materializase,antes
de ser cuerpo, boca, palabra, el amor ya ejercía su influjo en todas
las cosas vivas.
Degradar su sistema inmune
ha sido cosa del tiempo. Manipular sus características y explotar
sus beneficios ha sido cosa de las necesidades humanas en el
transcurso de ese tiempo. Su eslogan es un reclamo para cualquier
frase que merezca ser recordada y su imagen se materializa en un
órgano interno,tal vez el mas importante,porque palpita al unisono
con el universo.
Mencionar el amor no
siempre es sinónimo de poseerlo, de conocerlo,de practicarlo. La
boca sabe expulsar ruidos que emergen del interior,muchas veces como
eructos, solo para expulsar el aire que nos molesta por dentro. El
amor no entiende de marginación, ni es discriminatorio. No tiene
preferencias por nivel alguno,tampoco particularidades.
El amor no es solo una
pareja hombre-mujer, descendencia y genética. Marginar el resto del
mundo,separarlo del amor particular es como naufragar en un inmenso
mar,siempre a la espera de un rescate. Cuántas miserias serían
aliviadas solo con su manifestación,cuántos suicidios morales
podrían evitarse con su intervención,cuántos conflictos
existenciales podrían remediarse con solo un detalle de comprensión.
Observo un mundo que acata
y vive bajo el temor de los dioses, manifestando unas creencias cuyas
bases están fundadas en la necesidad del amor. Me reflejo en sus
experimentos, me utilizo a mi misma como un conejo de indias presto a
ser un experimento para salvar a otros conejos con la misma carencia
que yo. Imagino que esos dioses son la urgente medida para
estabilizar el mundo, la necesidad del hombre para sentirse amado por
un creador, la vacuidad del instinto primitivo elevado a un contenido
más profundo,más sustancial, mas sabio, donde el amor-dios sea la
causa primera ,en los animales, las plantas, los principios y las
finalidades.
Desprotegido de si mismo
el humano busca amparo y protección el ídolos que venera, en
semejantes que idolatra,en sobornos mundanos que le evaden de su
responsabilidad con su propia existencia.
El amor se exhibe en los
escaparates del mundo en forma de corazones que perdieron su latido,
en fracasos intelectuales vencidos y desmoralizados,en medicamentos
que perdieron su efecto en enfermedades incurables.
Nada puede hacerse ni
medirse sin amor. Nada puede ser resuelto sin su intervención,todas
las coincidencias son propósitos, insinuaciones,alarmas que
requieren nuestra atención para vivir sin mendigar, señuelos que nos
desnaturalizan.
El abuso,la explotación
de los medios para comercializar a costa del amor, son desavenencias
con el mismo, desajustes de cuentas entre lo humano y lo irracional,
ejemplos nocivos sobre la utilización de las tragedias en su nombre,
un desacuerdo entre el universo y su finalidad.
Amar sin condiciones, sin
promesas ni contratos. Amar por la simplicidad del ser para el ser,
sin obstáculos de razas ni clases,sin distinción de causa ni
genero. Amar sin verbos ni sinónimos, con la medida justa para no
caer en la desproporción, convertidos en verdugos del propio amor.
Estos celebres días de la
Navidad no pueden ser un pregón de indigestiones materiales, ni una
excusa para sentirse bueno temporalmente. El mundo no se paraliza en
sus tragedias y allí,donde la Navidad sigue siendo un réquiem,donde
nuestro amor no llega, porque aún no se ha inventado el medio de
locomoción que llegue hasta los corazones más carentes de
amor, allí, la Navidad, es una pantomima que nada tiene que ver ni con
dioses ni con humanos.
Mi corazón está al lado
del vuestro todos los días, sin distancias ni proyectos.
Amaos los unos a los
otros...alguien célebre dijo estás palabras,tal vez las únicas que
tengan sentido en nuestra maltrecha existencia.